Recientes estudios científicos concluyen que el tratamiento correcto del síndrome de apnea del sueño en mayores se asocia con una reducción de la mortalidad cardiovascular.
El síndrome de apnea del sueño (SAHS) es una enfermedad que consiste en la obstrucción de las vías respiratorias superiores durante al menos 10 segundos y que impide una correcta oxigenación de la sangre, lo cual produce una situación de estrés cardiovascular que afecta a todo el organismo. Una de sus consecuencias para quienes la padecen es la falta de descanso nocturno que ocasiona somnolencia durante el día y cansancio, los cuales pueden interferir en el correcto desarrollo de las actividades diarias. Además diversos estudios relacionan la apnea del sueño con un aumento en el riesgo de desarrollar otras enfermedades como la hipertensión, insuficiencia cardiaca, ictus y cardiopatía isquémica en personas con mediana edad, así como complicar el control y tratamiento y de las mismas.
Concretamente, se ha conocido que las mujeres que padecen esté síndrome tienen un riesgo 3,5 veces más elevado de padecer una enfermedad del corazón, mientras que el riesgo entre los hombres es entre cuatro y cinco veces superior.
Aunque es un trastorno muy común, más del 80% de las personas no están diagnosticadas. La enfermedad se diagnostica mediante un estudio de sueño, a partir del recuento del número de paradas respiratorias completas (apneas) o parciales (hipopneas) por hora de estudio. Cuando son más de cinco apneas e hipopneas por hora se habla de una forma leve de enfermedad y cuando son más de 30 por hora, se trata de un grado más severo.
Por ello, es importante concienciar a la comunidad médica en general y especialmente a los médicos de atención primaria en la importancia de detectar el SAHS en aquellas personas con problemas cardiovasculares.
¿Cuáles son las señales de alerta? Los avisos fundamentales de los pacientes que padecen este trastorno son el ronquido, las pausas de la respiración presenciadas generalmente por su pareja, los despertares con sensación de ahogo o asfixia, y un exceso de somnolencia durante el día (es decir, tienden a dormirse involuntariamente en situaciones inapropiadas como reuniones, conducción de vehículos…). Suelen levantarse cansados a pesar de un horario de sueño aparentemente suficiente, muchos refieren dolor de cabeza por las mañanas, y no es rara una disminución del rendimiento intelectual con dificultad para la concentración, disminución de la atención, pérdida de memoria, y carácter irritable con cambios de humor frecuentes.
El diagnóstico y tratamiento del SAHS es multidisciplinar pues existen diferentes terapias, desde dispositivos de avance mandibular (DAM) o la CPAP (Continuous Positive Airway Pressure), consistente en una máquina que forma una “burbuja” de aire que impide el cierre de la vía aérea superior y garantizar la entrada de flujo continuo de aire a través de una mascarilla durante la noche. Así como la Cirugía Ortognática, intervención quirúrgica sobre la estructura ósea facial que consiste en una combinación entre ortodoncia y cirugía con la que se consigue modificar la posición de la mandíbula y/ o el maxilar y de este modo aumentar el calibre de la vía aérea superior impidiendo así su colapso durante el sueño.
Las principales recomendaciones dirigidas a mejorar la calidad de vida de todas aquellas personas que sufran un síndrome de apnea del sueño:
- Mantenerse en el peso adecuado, ya que el sobrepeso es uno los mayores factores de riesgo para esta enfermedad y para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares
- Abstenerse del consumo de bebidas alcohólicas, sedantes y relajantes musculares, ya que conllevan a una mayor tendencia a la obstrucción de la vía aérea, sobre todo cuando se consumen durante las horas previas al sueño
- Consultar al médico cuando haya una sospecha de que pueda existir la enfermedad, tanto en base a los síntomas que suele detectar quien observa dormir al paciente (como los ronquidos o las paradas respiratorias) como los que presenta el paciente mismo (cansancio por la mañana y somnolencia excesiva durante el día).